Una etapa 7, que arrancó pasada por agua en la zona de Guápiles. Los ciclistas debían pasar por el Zurquí para conquistar la meta en Goicoechea, un exigente ascenso que fue conquistado por el tico Román Villalobos del Canels.
Un total de 140 kilómetros de recorrido, dos metas volantes y un premio de montaña, de segunda categoría, esperaban a los ciclistas preparando las piernas para las últimas, duras etapas, de la edición 54 de Vuelta Internacional a Costa Rica.
Durante los primeros 60 kilómetros, se realizó un circuito a los alrededores de Guápiles donde se disputó la primera meta volante, la segunda fue en Pococí y ambas fueron ganadas por el guatemalteco Julio Padilla del equipo Ópticas Deluxe.
Al inicio, el cielo estaba oscuro y el clima frío, pero avanzada la etapa, la lluvia se hizo presente durante casi toda la competencia, haciendo difíciles los ascensos y peligrosos los descensos.
De nuevo una fuga, comandó casi toda la competencia, los principales ptotagonistas, eran los que estaban en la disputa por las volantes, Ricardo Paredes del Safut, Daniel Jara del Colono y Julio Padilla de Ópticas Deluxe, quien cabe resaltar que se ha convertido en uno de los corredores más combativos de La Vuelta.
Por detrás de la carrera, los ciclistas que buscaban el liderato, empezaron a recortar distancias. El pedalista Joseph Chavarría del Nestlé, sacó una distancia considerable sobre el grupo y minutos después, el segundo de la clasificación general, Bryan Salas, salió en búsqueda de su compañero y de la punta de competencia. Estuvo en solitario durante algunos kilómetros, hasta qur el líder Diego Cano y Johnatan Cañaveral del TCBY Strongman y Román Villalobos del Canels emprendieron la casería tras Salas, logrando alcanzarlo.
Con la Clasificación en calma este grupo de ciclistas trabajó en conjunto, hasta que, Villalobos y Salas, iniciaron los ataques tratando de dañar a Cano; a pesar de los intentos, estos tres corredores llegaron al sprint final, Román se dejó la etapa, segunda consecutiva, Diego fue segundo y Bryan tercero.
Las emociones están a flor de piel y ni siquiera la lluvia pudo opacar el espectáculo realizado por los ciclistas sobre los pedales.
Para este domingo, al pelotón multicolor lo espera el temido Cerro de la Muerte, se enrumbaran hacia Pérez Zeledón desde San José y debido al temporal, se esperan bajas temperaturas y fuertes vientos que serán parte de las circunstancias a vencer en carretera.
Adry Meléndez
Prensa Federación Costarricense de Ciclismo